A mediados de 2013 me ofrecieron ir a hacer fotos a una boda -"solo" apretar el botón y manejar a los invitados, el fotógrafo oficial solo se ocuparía de procesar las fotos-. Aunque me ofrecí por una mierda, escogieron a otro que cobraba un poco menos. Ese poco menos era lo que valía coger el coche e ir una semana antes de la boda a las mismas horas a buscar localizaciones, para no ir a ciegas. Imagino que ir preparado al día más importante de una pareja no vale nada. A la mierda.