Do you see the image? Pues ya sabes...

La vida es como la caja de bombones de Forrest Gump, nunca sabes lo que te va a tocar... Y lo mismo te da uno de los mejores fines de semana de todos los tiempos que te tira un pedo en la cara y te dice "hala, ahí te quedas, pringao".

Esa es la impresión que tengo después de algo más de dos meses de beca. Uno viene con toda la ilusión del mundo y con el ego subido -se supone que eres un elegido- a pasárselo en grande, currar un poco y ya que estamos aprender otro idioma, pero siempre hay algo/alguien que se encarga de que no todo salga bien. En este caso resulta que ese algo/alguien somos nosotros mismos -algunos más que otros-. ¿Por qué? Creedme que os respondería si supiese la respuesta, pero no tengo ni idea.

Al principio es todo muy bonito: muchas risas, mucha tolerancia, mucho humo y alcohol, mucho postureo por parte de unos y condescendencia por parte de otros... Es lo que toca si quieres integrarte. Pero la gente se cansa pronto de fingir lo que no es y ahí es cuando aflora el espíritu del Gran Hermano: Grupos, miradas por encima del hombro, putadas varias, espionaje... Todas esas cosas que molan un montón si estás en la manada el grupo dominante.

En nuestro caso se formaron dos grupos que cumplen la Ley de José sobre los grupos y el tabaco -las personas se dividen en dos grupos, fumadores y no fumadores, y cómo no, el grupo de los fumadores siempre será el más cool-, y a mí me tocó estar en el grupo de los que les mean encima y dicen que llueve, como no podía ser de otra forma. Es lo que tiene odiar el tabaco. Así y todo, esto sería  aceptable y sostenible -qué ben falo, parezo un menistro- si no hubiese un grupo que se dedicase directamente a ésto...

Hace tres semanas hubo una fiesta en nuestra casa. Pues en esa fiesta, en la que la mitad de los invitados son gente desconocida para mí, se bebió la de Dios es Cristo y la liaron un montón. Y cuando digo un montón digo que la montaron de dos en dos, de tres en tres, etc. A la mañana siguiente bajo a desayunar y me encuentro un montón de mierda, una persona que no es de mi casa limpiando mientras las que sí son de mi casa se van de carallada, vandalismo de cocina y, como colofón, un tanga delante del microondas. Yeah.

Por si eso no fuese suficiente, también ocurren cosas dignas de ser titular del News of the World -ese gran  periódico, que Dios lo tenga en su gloria y bien guardado...-, como por ejemplo "Co-propietarias de altavoces obligadas a pagar canon por su uso a una compañía ajena". Ante eso, a una mente como la mía solo se le ocurre ordenar a la boca que diga: Ajá, cojonudo.

Y como no hay dos sin tres, aquí viene la mejor...

Hace unas semanas fui a España y traje comida. Hasta ahí todo normal. No me cabió todo en mi hueco en la cocina, así que dejé dos barras de pan ejpañol en la encimera. También normal. Y como los milagros existen y también cumplen la ley de la conservación de la materia de Lavoisier, a la mañana siguiente una de las barras de pan se convirtió sorpresivamente en una nota que decía algo así como "nos hemos comido toda la barra de pan, es que no nos dimos cuenta de que era española...". Cómo se les iba a ocurrir que era española si solo estamos en Reino Unido -donde únicamente existen las baguettes- y en la bolsa ponía FRUTAS en español... Yo lo entiendo, es que había que ser un lince para darse cuenta. ¿A qué sí?

Después de ésto es cuando mis amigas -aunque no venga a cuento tengo que apuntar que en este mismo momento están en clase oral de francés- cantan eso de Poooobre que a ellas les gusta tanto y que a mi me pone negro...

Y es también después de ésto cuando se te hichan las gónadas y vas a pedir explicaciones.

After la correspondiente charla me di cuenta de que soy un cabrón de cuidado, de esos que te echan la bronca y te ponen la dignidad por los suelos sin levantar la voz una sola vez. Y también me enteré que el tanga que apareció delante del microondas -¿os acordáis de él?- estaba limpio. Ah bueno, si estaba limpio pues ya nada...

Podría acabar el post con estas movidas chungas, pero como soy un gilipollas romántico y me gusta que las películas acaben bien, o ver el vaso medio lleno aún cuando sé que en realidad está jodidamente vacío, voy a terminar diciendo que los momentos buenos también existen, y dando las gracias a mis chicas por, entre otras cosas, hacer que me lo pase casi siempre así de bien -aunque algunos días se les suban las hormonas o quieran enseñarse Escocia mutuamente...-.

See you.

P.D.: Esto sigue siendo un post de fotografía, la historia es solo para explicar la imagen de cabecera...