Turkish Airlines, nombrada Mejor Aerolínea de Europa en 2011 y 2012, ha inaugurado hoy su ruta entre Santiago de Compostela y Estambul. El avión de la compañía turca -un Boeing 737-800- ha aterrizado hoy por primera vez en el Aeropuerto de Lavacolla y ha sido recibido con el tradicional saludo con cañones de agua.
Con este nuevo vuelo, la capital gallega se convierte en el destino número 225 en 99 países y supone un hito más en la continua expansión de la compañía tanto a nivel internacional como en España. "Turkish Airlines está muy orgullosa de estrenar el vuelo entre Santiago y Estambul, puesto que facilitará a los ciudadanos de toda Galicia y el norte de Portugal acceso a una amplia red de destinos donde volamos", ha manifestado Halid Koca, director general en funciones de Turkish Airlines en Santiago de Compostela. Esta nueva se dirige al pasajero vacacional, al viajero de negocios, así como al transporte de mercancías.
El Boeing 737 a punto de tocar tierra por primera vez en Lavacolla,
con la vieja e infrautilizada terminal al fondo -foto: Manuel Domínguez-
Koca aseguró también que la nueva conexión va a incrementar el número de visitantes a Galicia desde todo el mundo y destacó el especial interés que la nueva ruta está teniendo en países como Japón. "Estamos muy satisfechos de empezar nuestros vuelos en una ruta tan importante y creemos que esta conexión ayudará a incrementar la llegada de personas procedentes de todos los países donde operamos en la actualidad, sin importar cuán lejos están".
La ruta entre Santiago de Compostela y Estambul operará tres veces por semana -martes, viernes y domingo- con un Airbus A319 y un Boeing 737-800. El avión despegará de Lavacolla a las 13:50 y llegará al Aeropuerto Internacional de Atartük a las 19:15.
Hasta aquí la nota de prensa -no escrita por mí, obviamente, faltan las rajadas o quejas habituales...-, así que ahora viene cuando cuento yo lo que me pareció el evento.
Hace unos días contactó conmigo el departamento de prensa de Turkish Airlines invitándome a asistir a la inauguración del vuelo que se menciona en la nota de prensa, y como no tenía otra cosa más interesante que hacer esa mañana acepté y allí nos fuimos mi hermano y yo cargados con las cámaras para afotar el 737 que trajeron -ya podían estirarse algo más y traer un A330 para el vuelo inaugural, pero es lo que hay-.
El Boeing 737 a punto de tocar tierra por primera vez en Lavacolla,
con la nueva e infrautilizada terminal al fondo -foto: Manuel Domínguez-
Mientras mi hermano se ponía loco buscando un buen sitio en los alrededores de la pista para coger el aterrizaje, a mí y a otras treinta personas de prensa nos llevaron en rebaño hasta el lado aire -que es como le llaman a la zona por donde se mueven los aviones- para ver la llegada del aparato, el corte de cintas, el desembarque de los pasajeros, y en definitiva, todo el protocolo que la ocasión requería. A destacar la risa que daba ver a toda la prensa gráfica detrás de los políticos cual bandada de buitres alrededor de la carroña. Carreras, empujones, "por favor"es, "sin favor"es, alguna palabra fuera de tono... supongo que lo normal en estos casos.
Después del protocolo en la plataforma tocó ir otra vez en rebaño hasta la sala de prensa, donde durante media hora solo se habló de lo maravillosas que son Galicia y Turquía y donde los periodistas se empeñaron en preguntar si iban a utilizar los aviones para transportar la ropa de Inditex -todo esto sin mencionar el nombre "Inditex", no fuera a ser que hicieran alguna pregunta directa y no quedasen de interesantes-. Como en todos los actos de este tipo, todo muy pomposo y muy bonito. A destacar también el berenjenal en el que se metió una de las personalidades al empezar a hablar en inglés sin tener demasiada idea y sin saber salir de la situación, y la actuación estelar del traductor arreglando todos los desaguisados en los que le metieron.
Por último, después de la rueda de prensa se celebró un cocktail con autoridades, prensa y demás personalidades allí presentes, con más protocolo como corte de tarta y música y baile de gaiteiros. Allí estuve un rato tomando un refrigerio y charlando con dos spotters habituales de Santiago, a los que espero ver dentro de algo menos de un mes cuando el príncipe japonés Naruhito aterrice en su flamante Boeing 747 en Lavacolla.
Y como ya no me queda más que decir y me quedan un montón de fotos por poner, ahí van todas juntas:
foto: Manuel Domínguez
Un saludo.
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