Aprendiendo a divertirme y relacionarme

Al igual que en un comercio "el cliente siempre tiene la razón", en este blog "el que comenta, manda" -a veces, no vayáis ahora a arreglarme la vida a vuestro antojo-. Digo ésto porque uno de los últimos comentarios versa sobre que tengo que aprender a divertirme y relacionarme -también me recomienda comprarme un seminario, o un geriátrico, o montar un geriátrico en un seminario, o algo así...-, y eso precisamente fue lo que hice este fin de semana. Al menos eso creo, ya que está pendiente de aprobación por parte de cierta lectora ocasional...

El caso es que me pasé dos tardes enteras afotando a varios componentes del equipo School Riders -no sé si dije alguna vez que me parece el equipo de descenso con mejor nivel de Galicia...- en dos lugares cerca de Coruña en los que nunca había sacado fotos: El circuito de O Valiño y un campillo en Sésamo.

El sábado tocó Valiño, una especie de bikepark casero con circuito de descenso, dual, un montón de saltos, peraltes, etc.donde siempre puedes hacer fotos nuevas. En una tarde entera, con diez riders y libertad total no saqué ni de lejos un cuarto de las fotos posibles, así que habrá que volver a hacer las que quedan...

Llegados a este punto, tengo que hacer un apunte para la lectora ocasional: el sábado vestí ropa interior -y exterior, por si hay dudas después de pinchar en el link-. Si mis amiguitas la vistieron o no, no es de dominio público -aún me queda algo de caballerosidad para no contar esas cosas-.

Continuemos, que me voy del tema...

El domingo fuimos a Sésamo a un campillo -sitio para practicar saltos, dicho mal y pronto- donde aprendí un montón de cosas: cómo compensar contraluces -eso aún hay que mejorarlo mucho-, buscar mejores posiciones para un flash externo, cómo mover un salto medio metro hacia delante para mejorar el flow de los riders, que las bicis GT de campillo no son de campillo, ni de dual, ni de nada... En definitiva, otra tarde aprovechada y muy interesante.

Apunte número dos: tenga en cuenta la lectora ocasional que el domingo también vestí ropa interior -y lo que hicieran mis amiguitas sigue sin ser de dominio público-.

Ya me volví a ir, ésto no es serio...

No sé lo que opina el resto del universo conocido y desconocido, pero para mí todos los fines de semana deberían que ser como éste: amigos, diversión, aficiones, aprender cosas, visitar sitios nuevos... Y no me enrollo más, ahí va el resto de fotos:

Última nota para la lectora ocasional, sobre aprender a relacionarme: Desde el lunes pasado tengo siete personas más en mi lista de amigos en facebook -para compensar el descenso de la semana pasada-, todas gracias a esas dos tardes. Ya sé que no es como conocer a cien borrach@s saliendo una noche, pero ésta es gente de más calidad y de paso no acabo con el hígado...


Un saludo.

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