Como ya conté en la anterior entrada de este blog -antes de nada, gentes del DHG, mirad el final de este post-, en caso de ir a la carrera de descenso de Marín ésa sería mi carrera de descenso número 50. Y al final, como también dije en la anterior entrada, el vicio es el vicio, lo que significa que efectivamente fui hasta Marín con el plan de... yo qué sé, pasarlo bien con la gente y sacar algunas fotos -por ese orden de importancia-. Si solo queréis leer una crónica seria de la carrera pinchad AQUÍ y no sigáis leyendo, y si no... pues nada, mirad la foto de Pellón en plan "un saludo para Galicia Ras" y seguid leyendo más abajo, pero no prometo lectura de calidad.
El caso es que, en un momento revival de esos que tiene a veces uno, conecté el disco duro externo y me puse a revisar mis fotos de la primera carrera de descenso que afoté, nada más y nada menos que el Ourense Down Town 2008. Y madre mía MADRE MÍA lo que había allí: Nico Larrán y Jano Caamaño con cara de niños pequeños, Chantada con algo de pelo todavía, Eva Castro reapareciendo después de una operación de clavícula, Oscarillo Franco al límite como siempre... Impresionantes documentos gráficos que están mejor escondidos en las profundidades de un disco duro para alivio de sus protagonistas.
Sobre la calidad de las fotos de esa carrera qué voy a decir... Aprovecho para repetir la última frase del párrafo anterior porque también es aplicable a este caso: Impresionantes documentos gráficos que están mejor escondidos en las profundidades de un disco duro para alivio de su creador. Porque calidad calidad, lo que se dice calidad, no tienen casi ninguna. Solo se salva una foto de Eva -que es un poco como Barney Stinson- y alguna más. La inmensa mayoría de las fotos están fuera de foco, tienen encuadres cuanto menos discutibles o flashazos intensos cual radar de tráfico, y hay montones de ellas que están trepidadas + desencuadradas + desenfocadas + flasheadas, todo a la vez -el full combo, vamos-. Menos mal que creo -insisto, creo- mejoré un poco, porque si no sería para pegarse un tiro. En el dedo de apretar el disparador, obviamente.
En aquella época solo contaba con mi Pentax K10D -que mi hermano hábilmente se encargó de asesinar, y agradecido que estoy por ello-, un objetivo más lento que el caballo del malo y un flash integrado en la cámara. Hoy recuerdo dónde me metí con ella y las liadas que hice en esa carrera desde la ignorancia y aún no entiendo cómo no me rompieron la cámara más de una y más de dos veces. Y quien dice en esa carrera dice en las 49 siguientes... Así que gracias a todos por ser tan considerados y no reventarme la cámara -y la cabeza- con un pedal, rueda o manillar.
Siguiendo con cosas altamente trascendentales... Lenzerheide, Val di Sole o Vallnord? En un caso la acreditación es cuasi-imposible de conseguir pero el viaje es barato, y en los otros el viaje es más caro pero conseguir acreditación -que incluye comidas- es bastante más plausible. No es que tenga que ir -porque no me pagan lo más mínimo por ello-, pero no sabéis lo que se aprende yendo a carreras de Copa del Mundo, aunque solo sea mirando cómo hacen las cosas los demás.
Pues nada shurs, voy cerrando el post que me alargo, aunque se me acaba de venir a la cabeza una cuestión moral que no es para nada nimia, superflua, intrascendente u baladí y necesito resolverla: ahora que ya estoy algo entrenado en esto de afotar y que el siguiente reto es ir a por las cien carreras -porque no es plan tirar con todo lo aprendido-, me asalta una pregunta: ¿por qué me metí en este tinglado si aquí no se liga una mierda?
P.D.: Cagarme en todo en una entrada con fotos de un evento vuestro fue simple coincidencia, y no quiere decir ni insinuar nada en contra del equipo. Lo aclaro porque... Pues porque sí, y porque de hecho sois de los que mejor tratáis a todo el mundo, ya sean riders, sacafotos o público en general.
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