Sobre las personas en las fotos (I): Solo una

Hace unos meses se me vino a la cabeza la idea de recoger algunas fotos en las que aparecen personas y redactar un post dedicado a reflexionar/rajar/divagar sobre qué representan éstas en las fotos, su comportamiento delante de una cámara, su influencia en la composición, etc. Es algo que nunca había hecho, en lo que raras veces había pensado y que nunca había creído que fuese a publicar, pero aquí estoy, empezando una serie de cuatro posts temáticos y sin saber realmente muy bien qué contar.

Empecemos hablando de composición. Si sois aficionados a esto de afotar estareis enterados de que los elementos en una foto no están colocados al libre albedrío: existen puntos, líneas, secciones áureas, colores, pesos de los elementos, la archifamosa regla de los tercios,  etc. Todo esto influye en lo buena que es una foto y lo "bonita" que nos puede parecer, aunque no lo creamos. Pero todo esto se va más o menos a la mierda si aparece una persona en la foto, por muy pequeña que ésta sea.

Admiremos la foto que encabeza esta entrada: un montón de cables, tres mástiles -los tríos siempre son mejores que parejas, por supuesto- y una línea inclinada. Los cables y los mástiles "pesan", la línea inclinada hace que la sensación de peso sea mayor, e incluso la luz del Sol hace que todos los elementos de la foto se concentren en el lado izquierdo. La foto se debería "caer" irremediablemente hacia la izquierda, pero la persona que camina por la línea lo compensa todo. Podeis probar a cambiar esa figura por una farola, un globo o cualquier cosa inerte y seguro de que no conseguireis acercaros a la sensación de peso que tiene esa persona ahí esquinada. Porque las personas tendemos a buscar con la mirada a otras personas, y ahí es a dónde se nos va la vista.

Algo parecido a esto anterior pero con colores es lo que ocurre en esta foto de la azafata en un salón de coches. El vestido rojo contrasta mucho con los tonos fríos de los elementos que la rodean, creando un punto que destaca en la foto y que lleva la vista hacia él. Aquí no importan los puntos o líneas que puedan resaltar, como la fila de focos de la izquierda, lo que cuenta es el color en contraste con la ausencia del mismo que lo rodea. La jugada la completa el que la chica esté en el centro de la foto -hala, mira que no seguir la regla de los tercios...- y que las líneas de los coches que apuntan hacia ella. ¿A que no podeis apartar la vista de la parte roja? Normal, yo tampoco...

Aparte de la composición, en los retratos o fotos con personas hay otro aspecto de suma importancia: las personas. Porque lo que hacen, lo que miran, cómo se comportan, es importante. Por ejemplo:

Cuando observamos esta foto hacemos lo siguiente: Miramos la foto y vemos un coche. Vale, es un coche, un coche es un coche. Seguimos. Encontramos un punto de color cálido que resulta ser la cabeza de una persona y se nos va la vista hacia allí. Vale. Notamos que está mirando algo y hacemos lo inevitable, que es mirar hacia donde mira ella. Vale. Coño, pero si es el coche! Ahora nos fijamos en él porque si ella se dio la vuelta para mirarlo tiene que ser por algo. BMW, coupé, color blanco chuloputas... Mmm, pues sí que mola, sí. Por último, nos fijamos en la pared del fondo -que también mola- y acaba nuestro recorrido visual involuntario por la foto. Queda claro que sin la chica la foto sería bastante más aburrida...

Las personas tienen tendencia a meterse en la vida de los demás -más las mujeres que los hombres, pero no lo voy a decir que si lo digo después me tachan de machista-. El marujeo de toda la vida, vamos. Esto el que nos lleva a preguntarnos cómo son los demás, qué hacen, por qué lo hacen, en qué piensan, etc. Un ejemplo de esto es la foto de encima de este párrafo: ¿Qué le pasa a esa mujer? ¿Por qué está sola? ¿La acaba de dejar el marido? ¿Está pensando en qué hacer de cena? ¿Tiene frío y por eso está así de encogida? ¿Habrá una hormiga pasando delante de sus pies? No lo sabemos, pero seguro que te quedas un rato haciéndote preguntas, cosa que ni por asomo harías si la foto fuera solo el banco y la pared con el nombre.

Esta foto de una persona caminando por el campo es bastante parecida en cuanto a formas/pesos/tamaños a la de cabecera del post, pero aquí me "permití la licencia" de colocar el centro de gravedad del árbol y el cuerpo de la persona en la diagonal de la foto. Y bueno, las preguntas en este caso serían más o menos las siguientes: "de dónde viene?", "a dónde va?",  "voy a morir sol@?", "y ese paraguas? joder, que lo cierre, que no me deja ver si es una tía buenísima o la chunga de mi vecina...". Por cierto, un toque de procesado rollo vintage siempre ayuda a reforzar atmósfera pseudosentimental de esa que les mola a los Fotoespiritualistas/Lomofans/Gafapastarepelentes de los que ya hablé en otro post.

Termino el post con una foto de un anciano paseando al lado del "Peace Wall" de Belfast. A mí me gusta porque -reglas fotográficas aparte- podría pensarse que es una visión de lo injusta que es la lucha en Irlanda del Norte, de la estigmatización por cuestiones religiosas, de lo presente que tiene todo el mundo el conflicto y lo mucho que les afecta, etc. Pero no. El señor en cuestión está pasando olímpicamente de toda la parafernalia militaro-propagandística que tienen montada a ambos lados del muro, como diciéndole a los pocos rioters que quedan "fuck off, please!".

Y esto es todo lo que dio de sí este primer post. Podría preguntar si os pareció interesante, si debería seguir con las otras tres partes de la serie o si me merezco una somanta de palos por haceros leer tanta barbaridad junta -pero con cariño, que si no...-, pero entre que aquí no comenta ni Dios y que ya estoy preparando las fotos de los siguientes posts casi me ahorro la pregunta, no? ;)

Un saludo.

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