Hace algo más de un mes, unos amigos me invitaron a ir a Xinzo a una quedada de motocross, y como nunca había sacado fotos de este deporte en plan serio -y tampoco tenía otra cosa mejor que hacer- cogí la cámara y me fui con mi hermano hasta allí para ver lo que se podía sacar de aquello -fotográficamente hablando-.
Al principio, y sin tener mucha idea de qué iba el tema, puse el 70-210 mm y me dediqué a asegurar un montón de fotos -quizá por eso me parecieron de lo más mediocre del universo-, cambiando después al 17-70 mm. Cogí incluso el ojo de pez al ir cogiendo más confianza, entendiendo las trazadas y perdiendo el miedo a estar cerca de las motos, pero ya sea por falta de práctica, de imaginación o de huevos, no salió nada de lo que esperaba -aunque tampoco era una sesión en la que los riders estuviesen a mi entera disposición-.
En cuanto se hizo más tarde y empezó a bajar el sol empezaron a salir cosas interesantes de verdad, así que fue a partir de esos momentos cuando empecé a darle más al disparador, cambiar más de objetivos y a disfrutar más de la situación. Y parecerá una tontería, pero las fotos de este post -sobre todo la de cabecera y la última- cambiarían muchísimo si estuvieran sacadas dos o tres horas antes, cuando la luz era bastante más "vertical" y las sombras y los reflejos sobre el polvo eran mucho menores.
En cuanto al procesado de las fotos, seguramente me haya pasado en algunas de ellas, pero ya que fui a la quedada a improvisar y practicar con un deporte nuevo también quise probar cosas nuevas en el revelado. Algunas de las cosas nuevas que probé fueron saturaciones del amarillo exageradas, balances de blancos también tirando al amarillo, bastante contraste -al menos en mi monitor, aunque es algo cutre y puede que vosotros lo veais un poco diferente-, capas en las nubes de polvo y un viñeteo más exagerado de lo habitual, y tengo que decir que a mí me gusta lo que salió.
Tengo que dar las gracias al gran Adrián Garrido -excampeón de España y protagonista de la foto de cabecera del post- porque, además de hacer mucho mejores las fotos del día de la quedada, gracias a él pude conseguir la acreditación de fotógrafo para la Red Bull Give Me Five y seguir aprendiendo más sobre este deporte y cómo fotografiarlo. Ahora me quedan ganas de seguir haciendo fotos de esta modalidad -alguna sesión en plan pro con flashes, acercamientos extremos y demás-, así que espero poner por aquí nuevas fotos de motocross dentro de no mucho tiempo.
Un saludo.
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Pues sacaste mucho....!!!
ReplyDeleteSiempre se podría hacer más jajaja
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